martes, 24 de abril de 2012

Deseos


Y necesito revivirlo, de una u otra forma lo fuerzo; necesito volver al consuelo de tus ojos verdes, porque este abismo, te juro, está acabando con mi vida. 
Necesito volver a tus brazos que me sostenían con firmeza, con sinceridad y olvidar esta paranoia de que todo es falso.
Necesito volverme a sentir alguien especial y no un reemplazo para llenar el vacío que alguien especial dejó.

Siento que no soy nadie, que no tengo nada, tengo más miedo de lo que había experimentado alguna vez, y más adicción, terrible adicción y dependencia. 
Mi deseo era sentirme libre de nuevo, no sé qué tanto cambió todo, no sé qué tanto me liberé, si sólo vivo por quién me dio la libertad.
Libertad que, lentamente, todo lo consume, duele tanto, que en las noches vacías no puedo respirar, menos dormir, y las madrugadas son aún más celestes, me aterran más, odio estos días… pero a la vez alivia el dolor, el tiempo a su lado todo lo sana o parece hacerlo; recuerdo así fue como empezó todo, tratando de sanar, de olvidar.

Y ahora todo me trae de vuelta a ti, o yo intento volver, pero ahora todo es tan diferente, siento que yo cambié, igual lo hiciste tú, o no sé qué fue lo que pasó, yo volví a ser todo lo que una vez odié, todo lo que dejé atrás contigo, y la redención que creí haber alcanzado, ahora está más lejos que nunca.
Y te digo lo que aprendí: los deseos cumplidos pueden ser peligrosos… Es todo lo que esperaba, sólo que no lo esperaba así, con este dolor intenso, con esa sensación de que no hay nada más, que esto era todo y en realidad no es nada, no hay nada para mí… Que estuve soñando, y más que eso, viviendo en vano.